Conocerás la notable Ciudad Baja Hanseática con sus calles estrechas y sinuosas, patios medio ocultos, el ayuntamiento gótico más antiguo del norte de Europa, la antigua farmacia, el gremio y las casas comerciales.

La ciudad baja se encuentra dentro de la muralla en gran parte conservada con sus 26 torres de defensa. La red de carreteras medievales se ha mantenido casi sin cambios hasta el día de hoy.

La ciudad alta, Toompea, siempre ha sido la sede del poder. Los edificios del parlamento y del gobierno se encuentran aquí, así como la Catedral Luterana y la Catedral Ortodoxa Rusa. Desde el Toompea de 50 metros de altura hay impresionantes vistas de toda la parte baja de la ciudad con techados rojos y torres estrechas, la moderna Tallin, el distrito de casas de madera de Kalamaja y el Golfo de Finlandia con el puerto: cada siglo ha dejado su huella. Hasta el día de hoy, las influencias danesa, sueca, rusa, soviética y, sobre todo, alemana se pueden ver en Tallin.

No sólo conocerás la historia de las plazas, calles y casas que se sitúan en nuestro camino, sino los vínculos entre pasado y presente. Escucharás historias de los lugareños y obtendrás conocimientos de la vida cotidiana de Estonia, con todas sus tristezas y alegrías.

El casco antiguo no solo está bien conservado, sino que también está lleno de vida. Hay tiendas, galerías y cafés. Si lo deseas, podemos parar en un acogedor café.

Debido a los adoquines, se recomiendan zapatos resistentes. Recogida en hotel, aeropuerto o puerto.